Logotipo del Partido Ecologista Colombiano
El Partido Ecologista – PEC, tiene el propósito de convertir en políticas públicas las preocupaciones de diversos sectores de la sociedad colombiana sobre nuestro futuro como especie, el necesario equilibrio y responsabilidad generacional con el planeta, con la naturaleza, las especies que habitamos este territorio, nuestra casa común, generando a su vez transformaciones sociales necesarias para garantizar la paz, la equidad, el respeto por los derechos humanos y revertir el modelo colonial, clasista, racista y segregacionista en Colombia y el mundo.
Nuestra casa grande enfrenta una crisis civilizatoria como resultado del cambio climático y las prácticas antropogénicas de desarrollo y de consumo que se han intensificado desde la colonización e industrialización. Desde el Partido Ecologista se impulsarán políticas y programas a nivel nacional e internacional para la lucha contra el cambio climático y la justicia ambiental, promoveremos un desarrollo sustentable que pueda otorgar las herramientas idóneas para la habitabilidad en la tierra sin poner en riesgo la supervivencia misma.

El Partido Ecologista impulsará una agenda climática a nivel nacional e internacional orientado a la superación del extractivismo como modelo de desarrollo y enfocado en la preservación de las fuentes hídricas y la biodiversidad del país, a través de políticas públicas de conservación y protección. Además se impulsarán programas transversales de cooperación internacional regional sur-sur y programas entre departamentos que puedan impulsar el ecodesarrollo, intercambiando buenas prácticas que puedan ser en beneficio de la sociedad colombiana. Protegeremos los corredores biogeográficos y las selvas en la Amazonía, la Orinoquía y el Pácifico colombiano, respetando siempre a sus habitantes ancestrales y sus conocimientos tradicionales. Implementaremos una política que prevenga el desplazamiento ambiental y climático, con un sistema de gestión de riesgo enfocado en la prevención y en la adaptación de los territorios. Buscaremos garantía para los líderes y lideresas ambientales, quienes están dando su vida para proteger el medio ambiente y sus territorios de las prácticas legales e ilegales de explotación predatoria transnacional. Garantizaremos el derecho a la participación ambiental y a las consultas populares, porque son los pueblos, comunidades y habitantes de un territorio quienes deben poder decidir sobre su futuro. Reconocemos a los animales como seres sintientes con derechos, garantizaremos su trato digno y prohibiremos toda actividad que involucre un maltrato animal.
La colonización de nuestros pueblos no sólo llevó a la explotación de nuestros territorios y nuestras poblaciones, sino que construyó un sistema social en el que el poder y las jerarquías sociales son asignados según la construcción social de la categoría raza. Esta división racial del poder ha sobrevivido los procesos de desconolización y la abolición de la esclavitud, produciendo sociedades donde la segregación y discriminación racional se encuentran invisibilizadas y normalizadas. Es por eso que el Partido Ecologista tiene como principio fundamental la acción política antirracista, esto es, la desmantelación y superación de las estructuras sociales, políticas, culturales y jurídicas que perpetúan el racismo como un mecanismo de opresión, explotación y necropolítica.

Avanzaremos en la eliminación de todas las formas de discriminación racial a través de política públicas y transformaciones legales que eliminen la segregación racial urbana y rural, e implementaremos acciones afirmativas y construiremos un programa económico tendientes a alcanzar la equidad e igualdad de oportundiades, y la participación real y representación de las personas racializadas, empobrecidos, clases populares, mujeres y pueblos étnicos en la vida pública y todas las instancias de poder. Además, fortaleceremos los mecanismos judiciales con el objetivo de garantizar la efectiva judicialización y reparación de los actos de discriminación racial. Promoveremos una política pública de reparación histórica integral para las comunidades y pueblos negros de Colombia que reconozca la continuidad del daño sufrido como victimas de la trata de esclavos, la esclavitud y el racismo estructural.
Reconocemos que en Colombia y en el mundo sigue dominando un sistema de opresión patriarcal, racista y colonial que actúa de manera interseccional, y que afecta de manera diferenciada a las mujeres en su diversidad y a las personas con orientaciones sexuales e identidades de género no hegemónicas (LGBTIQ+). El Partido Ecologista se encuentra comprometido con la lucha por los derechos de las mujeres, el respeto por la diversidad sexual, y la superación del patriarcado a través de la implementación de reformas legales y de la transformación cultural de nuestro partido y del país.

Reconocemos que las mujeres han sido históricamente discriminadas a través de prácticas machistas y de una injusta división sexual del trabajo, por lo que su rol fundamental como protectoras del territorio y tejedoras de la paz, y el valor de su trabajo como cuidadoras de la vida ha sido desconocido por la sociedad. Trabajaremos para alcanzar la igualdad real de oportunidades y de derechos entre los hombres y las mujeres, teniendo siempre un enfoque interseccional. Para lograrlo promoveremos como ejes programáticos: (i) creación de sistema nacional de cuidado cuyo objetivo sea la redistribución y reorganización del trabajo de cuidado en la sociedad; (ii) garantías plenamente de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres para que estas puedan decidir libremente sobre sus cuerpos; (iii) desarrollo de una política pública de prevención, atención y judicialización de todas las formas de violencia de género contra las mujeres; (iv) representación paritaria de las mujeres en las instancias de gobierno y administración pública, y en los cargos de elección popular; y (v) creación de un Ministerio de las Mujeres y la equidad de género.
Defendemos el multilateralismo y la solidaridad entre los pueblos, por lo que promoveremos la profundización de nuestra relaciones diplomáticas, comerciales y culturales transnacionales con base en los principios de igualdad, reciprocidad y libre determinación. Rechazamos los procesos imperialistas y neocolonialistas, y a los cuales nos resistiremos a través de procesos de integración y solidaridad entre países y pueblos del sur global. América Latina y el Caribe deben profundizar lazos mas alla de la historia, es necesario replantear la agenda diplomática, política y programática para una integración real, efectiva que impulse el desarrollo de la región, que sobrepase la realidad de países en vía de desarrollo para convertirse en potencias mundiales del progreso ecológico y equitativo de nuestras naciones. Promoveremos una política integral que garantice los derechos de las y los migrantes en el territorio colombiano, y atienda las necesidades, garantice los derechos y permita el retorno voluntario de la diáspora colombiana en el exterior. La agenda latinoamericana y del Caribe será de la siguiente forma: (i) Agenda internacional para establecer programas internacionales mancomunados para atender las problemáticas similares y complejas de los territorios. (ii) Establecer agendas de Cooperación Internacional para el intercambio de buenas prácticas, para que de manera paralela a la política internacional tradicional, se inviertan recursos de manera focalizada; (iii) Estructurar un Sistema Internacional para la Integración Latinoamericana y del Caribe, de esta manera se podrá realizar seguimiento a las problemáticas más agudas en la región, generando enlaces entre países, regiones y comunidades para buscar posibles soluciones de manera oportuna y efectiva.
La política criminal y penitenciaria en Colombia han sido históricamente utilizadas para controlar y subordinar a las personas y pueblos comunidades afrocolombianas, negras, palenqueras y raizales. Además, la justicia en Colombia ha operado de manera racista, machista y clasista, no sólo ha sido usada por las élites para perseguir a la juventud empobrecida y racionalizada, y a liderazgos sociales, sino que ha sido incapaz de dar justicias a las víctimas de la violencia, especialmente a las mujeres que continúan siendo victimizadas en sus acercamientos a los operadores de la justicia. Es por esto que es necesario transformar de fondo la justicia en Colombia, superando visiones punitivistas y de la sociedad del castigo y avanzando hacia una justicia más restaurativa y democrática. El Estado social de derecho establecido en nuestra constitución de 1991, requiere que el aparato estatal y en especial la justicia, sean garantes de los derechos humanos, sociales, económicos, jurídicos, culturales y ambientales de todos los ciudadanos sin excepción. La justicia en Colombia debe ser integral, imparcial y al alcance universal, es necesario realizar reformas al aparato judicial que propicien la equidad en toda la extensión del territorio colombiano, en especial en las regiones y las poblaciones históricamente excluidas, por ello, el Partido Ecologista se centrará en varios ejes programáticos: (i) Impulsar una reforma estructural a la justicia que pueda garantizar un aparato judicial justo, equitativo, independiente y garante para la ciudadanía. (ii) El Partido Ecologista buscará trabajar por una administración de justicia que sea pronta, efectiva, de calidad y gratuita, a través de acciones orientadas a derribar las barreras geográficas, económicas y culturales en el acceso a la justicia.
Reconocemos que la democracia representativa liberal se encuentra en crisis, por esa razón es fundamental profundizar la democracia a través de mecanismos participativos y de toma de decisiones directa por parte de la ciudadanía. La profundización de la democracia requiere de la instauración de instituciones públicas basadas en el interculturalismo, el reconocimiento de la diferencia y la superación de la desigualdad. La participación ciudadana se convierte en el eje principal de la estructura democrática, aquella no puede ser un receptor pasivo de las políticas que se construyen de arriba hacia abajo, sino que debe ser el motor de la toma de decisiones del poder. Promoveremos una descentralización efectiva del poder hacia y desde los territorios de Colombia que supere el centralismo imperante en nuestra sociedad. Desde el Partido Ecologista promoveremos reformas que garanticen la efectiva participación de las comunidades en los procesos de toma de decisiones sobre sus territorios, derechos y la distribución de bienes y servicios del Estado. Impulsaremos una reforma política que garantice la participación política y la representación de las poblaciones históricamente excluidas del poder, que promueva la paridad y las cuotas de representación de los pueblos étnicos y las comunidades campesinas. Además, fortaleceremos el derecho a la consulta previa para como un mecanismo efectivo y democrático de participación para los pueblos étnicos, superando las visiones limitadas que buscaban reducir este derecho a un requisito burocrático. Apoyaremos e impulsaremos el derecho a la protesta, la movilización ciudadana y las distintas expresiones de resistencia de los sectores populares colombianos. La formación de todas las ciudadanas y ciudadanos en derechos humanos y democracia será un pilar de nuestro programa.
La especulación inmobiliaria y el valor del suelo, ha propiciado una discriminación estructural en Colombia, aumentando aún mas la brecha entre ricos y empobrecidos. La sociedad colombiana ha construido ciudades sumamente desiguales, obligando a poblaciones históricamente excluidas a vivir en viviendas con dimensiones indignas y costosas que limitan sus libertades y la de su núcleo familiar. A raíz de lo anterior, el Partido Ecologista buscará impulsar programas y mecanismos para poder garantizar el acceso a vivienda digna junto a la construcción y desarrollo de ciudades menos desiguales y más accesibles para toda la población. La regulación del uso del suelo y el mercado inmobiliario será un objetivo para el Partido Ecologista, la sostenibilidad de las ciudades permitirá entornos más ecológicos que proyecten y eleven los niveles de la calidad de la vida de la sociedad colombiana.
Impulsaremos un modelo de desarrollo sustentable, basado en la defensa del trabajo, la promoción de la producción, la industrialización y la economía popular y comunitaria. Este modelo de desarrollo defenderá el mandato constitucional de la función social y ecológica de la propiedad, protegerá la propiedad colectiva, los bienes comunes y de uso público. Defenderemos un plan para la transición energética que estimule la generación de energías alternativas. Buscaremos acabar con la desigualdad estructural en Colombia a través de programas de redistribución de bienes y servicios, y de políticas públicas encaminadas a acabar con las brechas raciales, de género y urbano/rurales en materia de empleo, salario y acceso a la educación. El ecodesarrollo desde las regiones es prioridad para el Partido Ecologista, se impulsará la equidad a las poblaciones históricamente excluidas, ello se logrará a traves de los siguientes ejes temáticos: (i) Política Pública del desarrollo regional-departamental; (ii) Programa nacional de intercambio de buenas prácticas en temas de desarrollo sostenible; (iii) Promoción de la Cooperación Internacional Sur-Sur y Cooperación Internacional Descentralizada con el objetivo de generar lazos y vínculos territoriales sobre un desarrollo integral (social, económico, cultural y ambiental); (iv) Crear del Sistema Nacional de Desarrollo, el cual realizará seguimiento y evaluación a las políticas de desarrollo, realizando recomendaciones y alertas.

Impulsaremos un sistema fiscal basado en la progresividad de los impuestos y el desmonte de los beneficios tributarios. Defenderemos la educación pública gratuita y de calidad, y promoveremos políticas públicas encaminadas a garantizar el acceso y permanencia en el sistema educativo de todos los niños, niñas y jóvenes en Colombia. El sistema educativo colombiano deberá estar basado en los principios de paz, derechos humanos, creatividad territorialidad, perspectiva interseccional y etnoeducación. El arte, la cultura, el deporte y la historia volverán a tener un lugar central en los currículos académicos. Promoveremos un sistema de salud basado en la prevención, la descentralización y la interculturalidad, en el que la salud sea entendida como un derecho fundamental y no como un negocio. De igual manera, impulsaremos una reforma al régimen pensional que garantice el derecho a la pensión universal y digna de todos y todas las colombianas. Además, defendemos el acceso público a los servicios públicos, su gestión local y comunitaria y el derecho universal al agua.
Defendemos la paz total, incluyendo el pleno cumplimiento del acuerdo de Paz de la Habana, promoveremos un proceso de negociación con las insurgencias y una política de sometimiento dirigida a grupos paramilitares y otras expresiones del crimen organizado. La guerra declarada a nivel nacional e internacional contra las drogas es una política anacrónica y que ha fracasado de manera contundente, por ello, promoveremos las políticas que impulsen la regularización del mercado de drogas, sustituyendo el modelo económico actual por un desarrollo integral que utilice el campo como motor productivo, fortaleciendo las vías terciarias para el sector agro, apoyando a los campesinos de las regiones más apartadas para tener insumos al precio justo e incentivos económicos para apalancar un desarrollo integral en todo el territorio colombiano.

Lo anterior, impulsará un cambio en la política antidrogas y así mismo la estructura y el actuar de la fuerza pública, transformada en una nueva entidad íntegra que elimina la concepción del enemigo interno y se convierte en una estructura del Estado encaminada a un carácter cívico, respetuoso de los derechos humanos, que garantice el diálogo antes que la violencia, estructurando las bases de una paz estable, duradera que se cimenta en el desarrollo de las regiones y con las poblaciones históricamente excluidas y racializadas.
Buscaremos alcanzar una sociedad intercultural, que reconozca la igualdad real de derechos para las personas y pueblos afrocolombianos, negros, raizales, palenqueros, rrom e indígenas. Garantizaremos la autonomía territorial y el autogobierno de los pueblos, protegeremos sus saberes ancestrales y cosmovisiones, y promoveremos una política pública integral de etnoeducación a nivel nacional. Así mismo, queremos impulsar la construcción de museos de historia étnica en cada capital de los departamentos del país, en ellos, se podrá exponer de manera permanente la memoria histórica ancestral, la cultura, la medicina, la música y la gastronomía afrocolombiana, negra, palenquera, raizal e indigena.

Queremos a su vez, impulsar la intercambio cultural a través de cooperación internacional Sur-Sur, donde podremos hacer conexión con nuestra historia desde distintas latitudes del hemisferio sur, principalmente con América Latina, el Caribe y África, parte de nuestro presente y futuro se escribió hace millones de años, por ello, los saberes ancestrales pueden ser un puente de comunicación para la unidad latinoamericana y el fortalecimiento del desarrollo regional integral, partiendo además desde una justicia agraria que reivindique las propiedades colectivas, la historia y costumbres ancestrales. Promoveremos una política de reforma agraria que garantice la propiedad colectiva de los pueblos étnicos, genere acceso a la propiedad rural para las familias campesinas y que promueva la gestión comunitaria de los territorios. Impulsaremos las formas colectivas de gestión del territorio, las zonas de reserva campesinas y los territorios campesinos agroalimentarios. Defenderemos la soberanía alimentaria, los circuitos de producción interna, y la redistribución y producción de la tierra en clave de justicia social y ambiental.
Somos un partido que surge de un Consejo Comunitario con un profundo enfoque étnico-racial, consciente de la presencia e historia de negación y exclusión a los pueblos racializados. Resulta necesario construir un futuro común replanteando las prácticas coloniales en todos los ámbitos del conocimiento, la política y el acceso a espacios de reconocimiento y poder, como condición básica de la tan anhelada democracia global. Para ello, construiremos estrategias que puedan propiciar la superación de la desigualdad y todas las formas de discriminación para alcanzar una sociedad mas equitativa y justa.
No es posible una paz total y efectiva, sin transformar de manera cierta el modelo colonial, racista y excluyente, que concentra la riqueza en unas pocas personas, empobreciendo a millones alrededor del mundo. La justicia social pasará por garantizar el acceso colectivo, diferencial y universal de la educación, la salud, el acceso a justicia, que permita garantizar la dignidad humana a toda la población, promoviendo un modelo económico eco-responsable, que sea capaz de replantear prácticas depredadoras, contaminantes y violentas que orientan muchas de las actividades humanas.
Las violencias (en plural) son las herramientas de todo autoritarismo, negando la pluralidad, las diversidades, negando cualquier principio democrático, por ello, declaramos nuestro compromiso por construir una sociedad incluyente y respetuosa de los derechos humanos, las libertades y diversidades étnicas, raciales, políticas, género y de conciencia, a través de políticas transversales que puedan desterrar y desarraigar el odio, el patriarcado, el machismo, la segregación y cualquier discurso hegemónico que desconozca la dignidad humana en la sociedad colombiana.
Como parte de las necesarias normas para la protección efectiva de nuestra descendencia como especie, y la responsabilidad que tenemos con otras formas de vida, promoveremos un enfoque donde los seres humanos somos parte de un entorno natural y colectivo más que la superioridad sobre otras manifestaciones de vida. Nos propondremos declarar los animales, las fuentes hídricas, bosques y demás ecosistemas frágiles como sujetos de protección especial, entendiéndoles como parte de entornos naturales, y no solo como “recursos” de un modelo capitalista depredador.
La exclusión, negación y violencia hacia las mujeres es evidente aún en medio de las políticas que reconocen su papel en nuestras sociedades, pero que no transforman de manera cierta el modelo patriarcal que impera en nuestra sociedad, ni sancionan de manera efectiva las violencias de las que son objeto en los ámbitos sociales y familiares. Ante esto, promoveremos políticas educativas, laborales, sociales y de justicia, para impedir que las mujeres sean víctimas de violencias en su vida diaria, y para que sean parte de las justas transformaciones de sus luchas.
El respeto a todas las formas de vida, incluidas las diversidades humanas, se expresa en un compromiso permanente por el reconocimiento de las diferencias, particularidades y expresiones de todas las personas. Trabajaremos por la promoción permanente de políticas respetuosas de las diversidades, honrando y valorando por igual la pluralidad biológica y ecológica de la tierra junto con el contexto de responsabilidad individual hacia todos los seres humanos.
Reconocemos el nocivo impacto de la expansión material e industrial basada estrictamente en el consumo masivo, la contaminación y el poco apoyo para el desarrollo de tecnologías limpias. Por tanto, buscaremos impulsar políticas públicas que entiendan la sinergia entre el desarrollo tecnológico y el medio ambiente en Colombia, otorgando herramientas idóneas que permitan proteger nuestros mares, ríos y fuentes hídricas promoviendo experiencias locales para la sustentabilidad y equidad.
El centralismo en Colombia, como una herencia colonial, establece unos centros de poder que niegan y retardan la inclusión de las regiones, los saberes y las capacidades de pueblos y regiones distantes, que solo han sido importantes electoralmente, pero que han sido además las más violentadas en nuestra historia. Profundizaremos en las reformas necesarias para la participación política efectiva, la descentralización y la desconcentración para que las personas incidan de manera real en su destino y su propia vida.
La corrupción como enfermedad social de privilegiar a unos cuantos, en contra del bien común, es la más extrema expresión del capitalismo. Existe corrupción en todos los ámbitos de una sociedad individualista, que privilegia el “tener” sobre el “ser”. Promoveremos un modelo social, colectivo, comunitario y eco-responsable de Estado, buscaremos la sanción efectiva y la persecución de quienes se apropian de los recursos públicos y buscaremos crear una pedagogía para la protección de los bienes comunes de nuestras sociedades.
La mejor forma de explicar el principio de Ubuntu es a través del proverbio africano que dice “Una persona es una persona a través de los demás”. La sabiduría ancestral africana nos invita a superar las visiones individualistas del mundo, y a acoger como filosofía base de nuestra sociedad y de nuestro actuar la solidaridad, la compasión, el “soy porque somos”, la ética corresponsable de existencia, y la conexión entre todos los seres vivos en la casa grande.
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